Ya son varias las semanas que la mayoría de la población española lleva quedándose en casa como medida para frenar la curva del COVID-19. 

Nuestros hogares han pasado a ser el centro de todo: de la vida familiar, social y laboral. En ocasiones es bastante complicado reconciliar todo esto en un apartamento o una vivienda de tamaño estándar, especialmente si no es muy espaciosa o no ha sido diseñado para la gran cantidad de actividades que ahora estamos desarrollando en ellos. 

De hecho, aunque tu casa sea amplia y tengas espacio para todo, su distribución o el mobiliario podría no ser el más adecuado para pasar en ella tantos días de forma continuada.

¿Es tu caso? No te preocupes, no estás solo. Queremos ayudarte en estos días de confinamiento y orientarte de manera completamente gratuita sobre la mejor manera de mejorar tu espacio. Mándanos tus fotos y te explicaremos cómo sacarle el máximo partido.

Hemos sido muchos los que hemos tenido que redistribuir nuestra vivienda en estos días, y nos hemos buscado un huequecito de nuevo, que en muchos casos desapareció con la llegada de un nuevo miembro a la familia o simplemente nunca existió por falta de espacio. 

Pero ahora, cuando todos nos replanteamos el teletrabajo como una opción, incluso para cuando esto pase, debemos de pensar en un espacio que no sea sólo eventual, sino que nos ayude a desarrollar nuestra actividad como si estuviéramos en la oficina.

Trabajar en casa: ¿cómo me organizo?

Hay muchas personas que han tenido que trasladar su lugar de trabajo a su casa. La gran mayoría solo necesita un ordenador o un portátil más algunas hojas de papel o un cuaderno a mano. Podría parecer fácil, pero después de una semana buscando un sitio adecuado en el que trabajes de forma confortable, te habrás dado cuenta de que no es tan sencillo.

Aunque es cierto que hay quien tiene un despacho en casa, bien por tener sitio de sobra o porque teletrabaja de forma habitual, no es el caso de la gran mayoría. Los más afortunados tienen una habitación de sobra en casa que han podido transformar, con más o menos éxito, en una oficina. Retirando muebles y colocando un escritorio, han establecido su campamento base para lo que queda de confinamiento. La ventaja es que esta solución te permite cerrar la puerta y aislarte de tu familia mientras trabajas.

Luego están los que han conseguido colocar un escritorio en algún rincón de su salón o en cualquier otra zona común de la casa, donde también está el resto de la familia. Si es tu caso y, además, vives con niños, no habrás tardado en darte cuenta de que esta solución no es ni mucho menos ideal.

Sea cual sea tu caso, intenta buscar cuál de las mesas de casa tiene la altura correcta para estar tecleando manteniendo una postura erguida, con los ojos a la altura de la pantalla. Tu silla debería ser lo suficientemente cómoda para aguantar sentado toda la jornada laboral sin dolores de espalda, con un correcto soporte lumbar; sin ser demasiado alta ni demasiado baja. La iluminación debe ser suficiente (tu vista te lo agradecerá): si no hay luz natural, busca una pequeña lámpara que sirva como fuente de luz durante las horas de trabajo, aunque después tengas que devolverla a su sitio.

Espacios multipropósito

El trabajo es importante, pero solo ocupa una parte de tu día. Puede que el resto del tiempo lo estés dedicando a cocinar, a hacer ejercicio o a cultivar algún hobby. Nos estamos viendo obligados a realizar en casa muchas de las actividades que antes tenían lugar en otros lugares, como en el gimnasio, en el cine o en el restaurante. Y además las hacemos mientras el resto de la familia está también en casa.

Esta necesidad de aprovechar mejor cada metro cuadrado nos está haciendo darnos cuenta de que no estamos sacándole el máximo partido al espacio. Cuando una misma habitación debe servir como salón, gimnasio y despacho, empiezas a plantearte cómo podrías cambiar la distribución para cubrir todas tus necesidades.

La distribución del mobiliario y la creación de subespacios dentro de una misma habitación te puede ayudar a separar zonas dedicadas a cada actividad. Atrévete a reorganizar el mobiliario para adaptarlo a esta nueva circunstancia, implicando a toda la familia para que sea realmente funcional para todos.

Convierte tu terraza en un oasis

Hoy en día, aquel que tiene una terraza, un balcón o, mejor aún, una azotea, tiene un tesoro. Poder disfrutar del aire y de un poco de sol es una maravilla tras unas semanas encerrado en casa. No importa si no dispones de mucho espacio: puedes crear un pequeño oasis en cualquier rincón.

Si cuentas con el suficiente espacio, coloca una mesa y unas sillas, añadiendo un par de cojines para añadir un toque de calidez. Coloca, si tienes en casa, algunas plantas para trasladar algo de naturaleza a tu hogar. Añade algún toque decorativo para transformar el lugar en algo especial, un sitio donde desconectar.

La colocación de un toldo, si tu terraza da al sur o recibe demasiado sol ayudará a que, cuando llegue el verano, puedas disfrutarla durante más horas. Y por la noche, cuando cae el relente, hará que nos sintamos más protegidos.

El sistema de cerramiento mediante cortinas de vidrio, sin perfiles, ayuda a conseguir que las terrazas sean más confortables térmicamente, pero que podamos abrirlas y recuperarlas siempre que queramos. Este sistema no es estanco como un cierre de aluminio, pero mejora considerablemente el espacio. 

En caso de que cuentes con un patio, puedes colocar un toldo o una vela en la zona donde tenemos la mesa y las sillas para comer; esto ayudará a crear una zona de sombra más confortable. Las pérgolas bioclimáticas son una gran opción, ya que nos permiten regular la entrada de luz y de aire según necesitemos.

Prepara tu hogar

Como ya te comentábamos al principio del artículo, puedes ponerte en contacto con nosotros y te aconsejaremos, de forma gratuita, sobre maneras en las que podrías mejorar tu espacio. Así estarás más cómodo durante los próximos días de confinamiento.

Es cierto que estos trucos están genial para mantener la mente ocupada y pasar las semanas que quedan de confinamiento de la forma más cómoda posible. Pero todas estas soluciones no dejan de ser parches, formas de trabajar con lo que tienes invirtiendo solo un poco de tu tiempo. 

Si de verdad quieres poner solución a la falta de organización de tu casa, hacer sitio a un pequeño despacho o conseguir que cada uno de tus peques (o ya no tan peques) tenga su propio espacio, tendrás que tomar medidas algo más drásticas. No sirve solo con cambiar un par de muebles de sitio: necesitas un plan. Si quieres obtener resultados pero no te gustaría empezar a hacer obras en casa, siempre puedes optar por buscar la ayuda de un decorador que te oriente sobre cómo trabajar con el espacio que tienes para sacarle el mayor partido.

Pero puede que un cambio de mobiliario no sea suficiente para ti. Puede que estés tan seguro de que tu casa ya no cubre tus necesidades ni las de tu familia que el confinamiento ha sido el último empujón que necesitabas para decidirte a dar el paso y hacer una reforma integral de tu vivienda.

En cualquiera de los dos casos, puedes contar con nosotros, intentaremos ayudarte a sacar el máximo rendimiento para tu hogar. Te esperamos, ¡escríbenos!

Somos conscientes del esfuerzo que supone realizar una obra de estas características, tanto en tiempo como en dinero. Por eso te acompañamos a lo largo de todo el proceso, desde las primeras fases de planificación y diseño. Nos preocupamos por que el resultado sea el que esperabas obtener, para que obtengas el mayor rendimiento posible de tu inversión.